domingo, 6 de septiembre de 2009

EL ORO DEL GRIS



A veces los árboles en invierno lucen desnudos y grises, en su corteza. Inclinados, se recortan sobre los espacios de cielo, en días breves y por momentos tibios. Un rojo fuego refulge en oriente, una muestra de impresionismo llegando ya el atardecer.

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