Los días cortos combinan pequeñas motas de nube y luz. En agosto, luego de una tarde de viento, el sol se mete entre los dedos de los árboles y le da al celeste una bienvenida.
domingo, 6 de septiembre de 2009
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Los álamos sin hojas, el invierno, y el inconfundible paisaje del valle del Río Chubut. Hermoso cuadro.
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